Siento decepcionar a más de un colega-crítico por mi opinión sobre Cervantina, pero esta vez también me gustó lo que vi, qué le vamos a hacer…  He aquí un extracto de mi reseña que aparecerá al completo y en breve en www.masteatro.com. Foto: María Clauss.

«tras el resumen biográfico inicial sobre el autor vía musa y así enseñarnos deleitando, el jolgorio y la chispa serán los principales raíles por donde circule el espectáculo. Los actores / músicos / animadores / cuentacuentos / trovadores / juglares / máscaras / humoristas / clowns / presentadores / showmen van de oca en oca y tiran porque les toca, haciendo del lenguaje diversión y bofetada, talento y ocurrencia, ponzoña y delirium tremens. Estos cómicos hacen del cante, provocación cabaretera, carnavalera y chirigotera con un son original y con sello propio y al mismo tiempo de toda la vida. Los cómicos saltan de una puesta en escena a otra a lo Lope de Rueda -ese barniz genial all’improviso que resulta tan fresco, ese ritmo teatral y arrojo recién sacado del horno- a un semipasacalles que obliga al graderío -lleno hasta la bandera- a sonreír, a reír, a cantar, a expresarse, a quejarse; y ellos que tan campantes salen y entran del personaje -metateatro a la quinta potencia- a un toma que toma, a un toma y daca, y a un toma ya España, que te lo mereces por mema, con lo rica que eres, con lo que has sido y con lo que puede ser y que tanto presumes, hipócrita, de leer Quijotes y Galateas sin dar un palo al agua. El director y su partenaire Álvaro Tato afilan con ahínco la puntita de su flecha y la clavan en el centro de la diana ibérica, por supuesto más entre bromas que entre veras -no olvidemos que aquí en suelo patrio, nos enteramos mejor con el chascarrillo y el ingenio que con la égloga y el soneto …».