Un extracto de mi reseña para masteatro.com. Al completo en el link inferior.
» … Asociaciones tales como: In principio erat verbum… –En principio era el verbo, primer versículo del Evangelio de San Juan y que luego en Cristo se hizo carne; o las mismas siete palabras que luego Él pronunció clavado en la cruz –que no eran palabras como tales sino frases; o aquella suerte de estribillo lanzado por el desquiciado Hamlet (el término palabra procede del griego parabolé, “lanzamiento”) cuando trataba de nombrar lo innombrable o simplemente la necesidad de comunicarse ya tan aturdido y cansado de su propios soliloquios –¿eran demasiadas o insuficientes sus Words, words, words…?; o el hermoso dardo en la palabra que nos hubo lanzado (otro lanzamiento) Don Lázaro Carreter; o de nuevo lo bíblico cuando María sucumbió ante el arcángel con aquello de “Hágase en mí según tu palabra”; y, por qué no, hasta Mina –por darle a todo esto un ribete de frivolidad- cuando rechazaba a su amore no tan amore… por tanta Parole, parole, parole entre ellos pues se quejaba la dolorosa que sólo eran palabras, nada más y nada menos… «.
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