Un extracto de mi reseña para la web de actualidad teatral Madrid/Barcelona masteatro.com.
» … Hace tiempo me contaron lo de las “constelaciones familiares”. Aquello me sonaba a bote pronto a sermón novedoso, máxime cuando había incluso que pagar para que te “diseñaran” la tuya, algo que no me interesaba en absoluto. Sin embargo, empecé a admitir que la palabra “constelación” iba apareciendo cada vez con más frecuencia en mi devenir, en este trasiego vital mío siempre inundado -porque disfruto en la rememoración- de las vivencias de mis antepasados a las cuales recurro constantemente por aquello de “justificar”, “etiquetar”, “endulzar”, en definitiva, de “entender” mis movimientos, mis vaivenes emocionales, mis enfados, mis equivocaciones y hasta mis aciertos (¿?). Aunque con estos últimos -quien diga que no, que tire la primera piedra- uno se suele apropiar de ellos por aquello de que el éxito siempre cuesta compartirlo, sobre todo cuando ha sido logrado por ti únicamente, es decir, cuando antes no tenían fe en ti y lo consigues, pero que con los sesgos, esas interferencias dañinas que te meten en el fango y que te impiden avanzar… »
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