Un extracto de mi reseña. El resto en: http://www.masteatro.com/critica-vocaloid-opera-the-end-keiichiro-shibuya-hatsune-miku/
» … me advierten en el programa de mano que no hay ni orquesta, ni actores, ni escenario. Efectivamente. Al comenzar el despliegue de música, Hatsune Miku aparece con sus largas coletas azul celeste invade sala y la conciencia expectante y asombrada del auditorio. Los sonidos electrónicos rodean literalmente a la masa allí presente, y la cantante, encerrada en un cubículo futurista blanquísimo cuyo interior sirve de receptáculo para este video juegos operístico, canta robótica y dulcemente -aunque no por ello sin emoción- sobre su viaje sideral. De nuevo un viaje a la busca y captura del Grial que en esta ocasión es tan sencillo e intrigante para un dibujo animo que se pregunte qué pasa si muero, cómo muero y, cuando muera, qué ocurre allí detrás, si las dudas desaparecen o, al menos, dejan de perturbarme. La inocencia de esta creación digital nos obliga a ir asimilando cuestiones de siempre encaradas con la técnica más propia de un haiku y de ahí su filosofía críptica y desconcertante … «.
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